Ester
Elegimos esta finca porque queríamos algo natural, al aire libre, con encanto, ¡y esta finca tiene todo eso y más! La contratamos con INbodas y tanto la empresa como Juan, el dueño de la finca, estuvieron de 10. Desde el primer momento nos dieron facilidades para hacer todo a nuestra manera. Unos días antes, pudimos ir a la finca a empezar a montar lo que nosotros queríamos y habíamos preparado. Desde el minuto uno nos sentimos como en casa y nos ayudaron en todo lo que necesitamos, ¡hasta esas tijeras que se nos olvidaron y rápidamente Juan solucionó! Nos abría la finca tantas veces como necesitamos e incluso el mismo día, por la mañana, nos metieron en sus cámaras todas las cosas que necesitaban frío para que ya estuvieran allí. El resultado no pudo ser mejor… Tuve mi boda de ensueño, personalizada, divertida, diferente…